Nuevo comienzo

Navarro River Redwoods State Park

Un nuevo comienzo.

Hoy empezamos nuestro primer viaje, destino: la aventura, el norte, la costa, el ocĆ©ano, vivir el momento con intensidad, ilusiĆ³n y alegrĆ­a.

Como no tenĆ­amos muy claro nuestro destino, tampoco era cuestiĆ³n de empezar muy pronto, asĆ­ que a eso de las once de la maƱana comenzĆ”bamos nuestra ruta al norte. No puedo negar que alguna que otra lĆ”grima asomĆ³ a mi rostro, son muchos aƱos de sueƱos y de trabajo para llegar a esto, y todavĆ­a hoy apenas puedo creerlo.

Finalmente decidimos tomarlo con tranquilidad para ser nuestro primer dĆ­a. 101 norte y luego tomar la desviaciĆ³n de la 128 hacĆ­a la costa y la 1.

El tramo de la 128 es bastante entretenido, muchas curvas, muchas, subidas, bajadas, y mĆ”s curvas. El tramo final antes de llegar a la costa es espectacular, pues se atraviesa el Navarro River Redwoods State Park. Mientras que atravesamos el parque la carretera parece ir por un tĆŗnel, completamente rodeada de enormes redwoods a pocos metros, casi centĆ­metros del asalto. Es un paisaje, mĆ”gico, que invita a pararse en cualquier tramo para disfrutar de la magnificencia de la floresta.

Una vez llegados a la costa el clima cambio radicalmente, de los 37 grados centĆ­grados (100 grados Fahrenheit) pasamos a poco mĆ”s de 13 grados centĆ­grados (55 grados Fahrenheit) cuando llegamos al ocĆ©ano. De un sol abrazados en el interior, a la niebla y el viento de la costa. En poco mĆ”s de media hora el cambio fue drĆ”stico. EmpezĆ³ con la temperatura y termino con la niebla.

En la costa y despuĆ©s de atravesar el Navarro River y el Big River, llegamos a Mendocino. Teniendo en cuenta que era mitad de semana y con un tiempo tan desapacible, nos sorprendiĆ³ encontrar tanta gente en Mendocino.

Mendocino.

Cuando conseguimos aparcar el coche, lo cual nos llevo de un par de vueltas, empezamos a buscar por algĆŗn lugar donde poder comer algo. Tras un rĆ”pido paseo por la avenida principal situada cerca de la costa, entramos en Flow Restaurant and Lounge. El restaurante esta en la planta superior, con una parte exterior en la terraza y otra interior acristalada. Teniendo en cuenta el tiempo que hacĆ­a, nos decidimos por comer en el interior.

Comiendo en Flow Restaurant

El restaurante tiene unas bonitas vistas de la costa, cuando no hay niebla, claro esta, y una decoraciĆ³n mĆ”s tirando a lo moderno que a lo marinero. El servicio fue un tanto curioso. El maitre no sabĆ­amos muy bien si querĆ­a preguntarnos por los platos que querĆ­amos tomar o por cualquier otra cosa, muy serio el muchacho. Una vez superada la primera impresiĆ³n el servicio fue intachable hay que decirlo.

MacCallum House Inn

Afortunadamente para mĆ­, tenĆ­a varias opciones gluten free, al final nos decidimos por unos tacos de pescado con tortillas de maĆ­z y unos fish and chips (pescado y patatas), porque a pesar de ser pescado rebozado, habĆ­a sido rebozado con harina sin gluten. Todo ello amenizado con un cocktail y una sidra. 

La comida estuvo rica, el Ćŗnico pero, si hay que ponerle, era que los tacos estaban un poco cortos de sal.

DespuĆ©s de calmar el estomago tenĆ­amos que decidir si continuar la marcha, o hacer noche en Mendocino. Estuvimos revisando Hotel Tonight y Expedia para comparar precios. Lo cierto es que los hoteles en Mendocino no estĆ”n muy baratos, y Hotel Tonight que es la aplicaciĆ³n que suele dar mejores ofertas, a penas mostraba un par.

Estuvimos mirando por el MacCallum House Inn, un imponente edificio colonial de mucho lustre y lujo. Expedia nos daba buenas ofertas, pero las habitaciones eran con baƱos privados pero exteriores, y no tenƭamos muchas ganas de salir al frƭo de la noche para hacer un agua menor o lo que se necesite.

Finalmente y directamente en el hotel, encontramos una buena oferta en el Mendocino Hotel and Garden Suites. Mas barato directamente en el hotel que en cualquier otra web. Intentaron vendernos una suite un poco mĆ”s cara, el cebo eran vistas a la costa, pero lo cierto es que para una noche no querĆ­amos hacer mĆ”s gasto, asĆ­ que nos conformamos con una habitaciĆ³n normal en la zona posterior donde tienen los jardines. Y con el plus que desde el ventanuco del baƱo se llega a alcanzar a ver el ocĆ©ano.

La habitaciĆ³n era bastante confortable. Cama clĆ”sica y bien alta, chimenea, decoraciĆ³n a la antigua y un baƱo amplio y espacioso. No podĆ­amos pedir mĆ”s para una simple noche.

HabitaciĆ³n del hotel

Todavƭa era media tarde cuando bajamos el equipaje del coche, asƭ que decidimos dar un agradable paseo por la costa. Afortunadamente la tarde habƭa mejorado considerablemente, el sol radiaba mƔs fuerte en un cielo completamente azul y el clima era mƔs tranquilo y agradable con menos viento.

Mendocino es un pueblo muy turĆ­stico. Podemos encontrar muchos hoteles, bed and breakfast, restaurantes y tiendas para turistas. Muchas de estar tiendas son de arte, tanto de exhibiciones, como joyerĆ­as o temas relacionados.

Podemos encontrar bancos bien curiosos en el pueblo.

Detalles de algunos edificios en Mendocino.

Detalles de las calles de Mendocino.

Muchas tiendas de arte.

Edificios pintorescos.

Podemos encontrar varias de estas torres a lo largo del pueblo.

Muchos de los edificios tienen un corte clƔsico inglƩs, y podemos encontrar muchas edificios bien curiosos durante un paseo por el pueblo.

La costa en Mendocino es muy agreste, acantilados con pequeƱas calas, muchas de difƭcil acceso, y las principales zonas para acceso al ocƩano se encuentran en la desembocadura del Big River.

Vistas del Mendocino Hotel desde el paseo de la costa.

Las costa es muy agreste en esta zona de California.



Curiosos detalles en el paseo por la costa.

El mar es bravo y fuerte aqui, la costa es agreste y dramƔtica, y el color del mar es de un verde profundo.

ƚnico detalle es que la vegetaciĆ³n estaba bastante alta y cerrada durante todo el camino, y como no sabemos todavĆ­a distinguir muy bien el Poison Oak (hiedra venenosa) no quisimos internarnos mĆ”s en la zona mĆ”s agreste y nos decantamos por el Ć”rea de los acantilados, incluso pudimos acceder a una pequeƱa cala.

Terminado el paseo y como nuestra intenciĆ³n era madrugar para el siguiente dĆ­a, pensamos que lo mejor era tomar una cena ligera para luego volver a la habitaciĆ³n para descansar.

Para cenar elegimos Mendocino Cafe, un lugar muy agradable cerca del final de la calle principal. Al igual que el restaurante del mediodĆ­a, Mendocino Cafe dispone de una terraza rodeada de jardines y de buen nĆŗmero de pĆ”jaros cantores y otra interior. Esta vez, y ya que la terraza disponĆ­a de calentones, decidimos cenar afuera para apreciar las vistas.

A pesar de tener opciones gluten free en el menĆŗ, estas no eran demasiadas. Tomamos unos mejillones con salsa de curry y coco y plato de gambas con ensalada de vegetales y arroz.

Los mejillones estaban picantes, lo suficiente como para que me entrara hipo, lo cual siempre me pasa con comidas muy picantes, pero estaban muy sabrosos. Las gambas estaban exquisitas, incluyendo los vegetales, de excelente preparaciĆ³n y cocinado, y eso viniendo de mĆ­, que no soy un adicto a estos. Hay que comentar que los platos eran de muy buen tamaƱo, pues a pesar de que compartimos ambos platos, estos tenĆ­an mucho contenido.

Lo Ćŗnico que me sorprendiĆ³ fue encontrar un par de postres gluten free, uno de ellos era tarta de chocolate con base de coco, a la cual no me pude resistir.

Y como se suele decir en los cuentos, con esto y un bizcocho, hasta maƱana a las ocho!



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