Victoria


Vancouver Island.

Desde Vancouver, la mejor manera de llegar a Vancouver Island, en donde se encuentra Victoria, es tomando el ferry, sobre todo si tenemos intenciĆ³n de llevar el coche hasta la isla.

Por supuesto siempre podemos tomar un aviĆ³n, siempre y cuando dejemos el coche en Vancouver, o algo mĆ”s original como un hidroaviĆ³n, el cual nos deja en el propio puerto de Victoria.


Entrada al terminal de BC Ferries en Vancouver.

Interior del edificio del terminal, con multitud de tiendas y restaurantes de comida rƔpida.

El lugar para tomar el ferry es al sur de Vancouver, en el terminal Tsawwassen, y este nos llevarĆ” hasta el terminal de Swartz Bay a menos de una hora al norte de Victoria. 

La compaƱƭa que opera esa ruta se llama BC Ferries, y tanto el terminal, como los barcos como el procedimiento que utilizan para cargar y descargar los coches es de lo mƔs rƔpido y eficiente.


Esperando en el parking del ferry antes de embarcar.

Y con tanta espera, lugar ideal para mi foto mƔs tƭpica.

Subiendo el coche al ferry.

Los tickets del ferry son de $17.20 (dĆ³lares canadienses) por persona y de $56.45 para un vehĆ­culo de dimensiones normales. 

Podemos tomar un ferry cada hora desde las seis de la maƱana hasta las diez de la noche.


Dejando atrƔs Vancouver.

Foto tipo Titanic, obligatoria en cualquier barco que se precie.


El trayecto desde Vancouver a Vancouver Island es de hora y media. Curiosamente el mismo tiempo que se tarda desde Victoria hasta Port Angeles, pero la distancia en mucho mĆ”s larga en el primer caso.

Que nadie piense que Vancouver Island es una pequeƱa isla, la zona de Victoria es solamente la esquina oriental de la isla, pero esta se extiende cerca de 460 kilĆ³metros hacia el oeste, con un ancho de norte a sur de cerca de cien kilĆ³metros.


CruzƔndonos con otro ferry de la misma compaƱia, BC Ferries.

En algunos momentos el barco tuvo que atravesar estrechos entre varias de las islas que se encuentran entre Vancouver y Vancouver Island.

Llegando a Vancouver Island.

Nosotros visitamos el Ɣrea de Victoria, desde el terminal del ferry cerca de Sydney by the Sea, hasta la propia Victoria.

La primera parada, en la cercana Sydney by the Sea. 

Al poco de salir del ferry y antes de entrar en el pueblo nos vamos a encontrar una pequeƱa oficina de informaciĆ³n para el turista. 

Es muy recomendable parar allĆ­, para poder ojear guĆ­as y hacerse con mapas de la isla si es que no tenemos ninguno. 

AdemĆ”s recibiremos un exquisito trato y si hablamos con la gente que la atiende podrĆ”n aconsejarnos las mejores rutas y lugares a visitar, siempre en funciĆ³n del nĆŗmero de dĆ­as que vamos a estar en la isla.


A la entrada de Sidney by the Sea, justo al lado de la oficina de informaciĆ³n.

Sidney by the Sea.

Vistas del puerto en Sidney by the Sea.

Sydney by the Sea parece un pequeƱo y bonito pueblo, mucho mĆ”s tranquilo que la capital de British Columbia, Victoria, aquĆ­ podremos descansar unos dĆ­as a la vez que tomar cualquier excursiĆ³n en el mar, sobre todo para poder ver ballenas.

Como ha sido habitual en nuestro viaje por Canada, buscamos un Starbucks en donde poder hacer reserva para el hotel de Victoria y tomar un cafƩ maƱanero, aunque siempre se puede desayunar en el propio terminal del ferry antes de salir, pues este dispone de un gran Ɣrea comercial con lugares para comprar regalos y varios restaurantes de comida rƔpida.

Desde Sydney by the Sea hasta Victoria, la ruta es bien simple, tomar la carretera 17 hasta llegar al final de esta, en Victoria. 

Aunque es muy recomendable tomar una desviaciĆ³n hacia el oeste a mitad de camino para poder visitar una de las principales atracciones de la isla, The Butchart Gardens.


Entrada principal a The Butchart Gardens.

Estos jardines, hoy considerados National Historic Site de Canada, empezaron simplemente como los jardines que Robert y Jennie Butchart  empezaron en su propiedad, llamada Benvenuto, a principios del siglo XX. 

Hoy en dƭa esta propiedad de cerca de 53 hectƔreas contiene cerca de 22 hectƔreas de maravillosos jardines con una variedad de flores, arquitectura, agua y colores impresionante.

El precio de la entrada no es barato en absoluto, $32.10 dĆ³lares por persona, pero una visita normal, simplemente recorriendo los jardines sin demasiada pausa, no puede llevar mĆ”s de dos horas. 

AdemĆ”s en el complejo siempre podremos comer, tanto en alguno de los dos restaurantes dentro de los jardines, como en los alrededores, o tomar una pequeƱa excursiĆ³n en bote por el cercano Saanich Inlet. 

Para los mƔs britƔnicos, siempre esta la hora del tƩ a partir de las tres de la tarde en uno de los restaurante, en donde poder disfrutar de pasta y te junto a las flores.


Flores, flores y mƔs flores!

Los jardines contienen una variedad de mĆ”s de 120 diferentes tipos de flores, y un ejercito de mĆ”s de cincuenta jardineros estĆ”n a cargo del cuidado y protecciĆ³n de estas. 

Junto con el mapa, el cual conseguimos a la entrada, podemos coger, gratuitamente, un folleto con el nombre, la foto e informaciĆ³n de todas las especies florales que encontraremos en los jardines, y en caso de duda siempre encontraremos algĆŗn jardinero al cuidado de estas que nos eduque sobre alguna duda.

Los jardines se dividen en distintas Ɣreas temƔticas, en donde podemos encontrar diversas formaciones y tipos de flores.


Vista elevada del Sunken Garden.

Vista de Ross Fountain desde el Sunken Garden.

El primero, y uno de los mĆ”s impactantes que nos encontramos es el llamado Sunken Garden, el cual podemos apreciar desde una vista mĆ”s elevada y panorĆ”mica segĆŗn lleguemos a Ć©l. 

El Ɣrea esta presidida por una roca central y al fondo encontramos la famosa Ross Fountain.


Carrusel en el Concert Lawn & Stage.

Continuando llegaremos al Concert Lawn & Stage, donde esta el famoso Rose Carrousel, en donde niƱos y mayores podrĆ”n disfrutar de este carrusel con cerca de treinta animales y carrozas talladas en madera a mano. 

Cerca esta la explanada en donde disfrutar de los Totem Poles y el lugar para ver los fireworks o conciertos que se celebran en los jardines.


Arcos y pasillos en el Rose Garden.

Rodeado de rosas.

Justo a la derecha de estos se encuentra el Rose Garden, con varios pequeƱos paseos y recodos que le dan un aire intimo e intenso con el color y el aroma de una increĆ­ble variedad de flores. 

QuizĆ”s despuĆ©s de haber visto el Rose Garden de Spokane, el cual estaba completamente en flor, esta fue el area que menos nos llamo la atenciĆ³n, pues todavĆ­a habĆ­a muchas rosas que no habĆ­a florecido, pero eso no le quita ni un Ć”pice de belleza.


Dragon Fountain a la entrada del jardƭn japonƩs.

Cruzando el Japanese Garden.

La entrada del Japanese Garden esta precedida de las dos fuentes: Dragon Fountain y Sturgeon Fountain, situadas al lado de la Tori Gate que da entrada al jardĆ­n japonĆ©s. 

Esta parte del jardĆ­n esta mĆ”s cubierta a la sombra de los arboles, con multitud de piedras, musgo, puentes, pequeƱas fuentes y cascadas, en donde el verde, marrĆ³n, ocre y algo de blanco contrastan con los brillantes colores de los vecinos jardines.

Al final del jardƭn japonƩs encontramos un embarcadero en donde poder tomar el tour por el Saanich Inlet.


Fuente en el Italian Garden.

Invernadero cerca del Italian Garden.

El Ćŗltimo jardĆ­n es el Italian Garden, presidido a su entrada por el Star Pond y una larga fuente rodeada de arcos, los cuales se extienden hasta la zona de restaurante y heladerĆ­a, italiana, claro esta, la cual es muy de agradecer sobre todo en verano.

De vuelta hacia la carretera 17, y para los amantes del vino, esta la bodega Church & State Wines, en la cual podremos probar varios vinos de la regiĆ³n o de la zona de British Columbia, pero sobre todo, y lo que llamo nuestra atenciĆ³n fue la posibilidad de beber el Ice Wine, un vino dulce de postre, el cual se produce con uvas congeladas.


Botella de Ice Wine de la bodega Church & State Wines.

Las uvas de este vino de dejan en la viƱas durante al menos un mes mĆ”s hasta que llegue el frĆ­o del otoƱo y la uva se congele. 

En ese momento, la uva se recoge a mano y en un tiempo muy limitado se tiene que extraer el jugo, pues el azĆŗcar no se congela como el agua de la uva, de manera que la concentraciĆ³n de este es muy mayor que en el vino ordinario.


En el Butterfly Garden podemos encontrar algunas plantas exĆ³ticas como estas plantas carnĆ­voras.

Y por supuesto, mariposas.

Justo al lado de la bodega esta el Butterfly Gardens, en el cual podremos disfrutar de unos jardines tropicales sitos dentro de un invernadero, donde los miles de mĆ”s de una veintena de variedades de mariposas estarĆ”n revoloteando a nuestro alrededor. 

TambiĆ©n encontramos diversas especies de pĆ”jaros como loros y flamencos, iguanas, tortugas, varios tipos de ranas y sapos y plantas de lo mĆ”s exĆ³tico y llamativo, como varias especies de plantas carnĆ­voras.

De vuelta en la carretera 17 estamos a menos de media hora del centro de Victoria, siempre en funciĆ³n del trĆ”fico, claro esta.


Estatua dedicada a la reina Victoria, patrona de la ciudad, delante del parlamento.

Victoria es la capital de British Columbia, y esta apenas a 40 kilĆ³metros al norte de la penĆ­nsula de Olympia en Estados Unidos, separada por el estrecho de Juan de Fuca. 

Es una de las ciudades mĆ”s antiguas en la costa pacifica, pues data de 1843 y en ella podemos encontrar no solo el parlamento de British Columbia si no muchos mĆ”s edificios histĆ³ricos.

La primera orden del dĆ­a una vez dado un paseo en coche por el centro de la ciudad, era ir al hotel, el cual habĆ­amos reservado cerca de downtown y en frente de la zona portuaria en donde poder tomar el ferry para Port Angeles (Peninsula de Olympia, Estados Unidos) el dĆ­a siguiente para la vuelta a casa.

A diferencia del ferry de Vancouver a Victoria, el que va a Port Angeles tiene un horario mĆ”s limitado, en verano apenas hay cuatro viajes saliendo de Victoria a las 6:10 am, 10:30 am, 3:00 pm y 7:30 pm. 

A todo esto el tamaƱo de los barcos es mĆ”s pequeƱo, lo cual limita mĆ”s el nĆŗmero de coches que pueden transportar. El precio del pasaje es de $18.50 por persona y $60.00 por vehĆ­culo, pero esta vez el precio incluye el pasaje del conductor. 

Lo curioso, es que recomiendan hacer reserva para poder tener seguro la hora de salida, pero cobran $16.00 por hacer la reserva por anticipado, en fin, el negocio es el negocio.

En cualquier caso, como el barco pasa de Canada a Estados Unidos, hay que hacer el paso de la aduana en el propio Victoria, lo que significa que hay que estar en la zona de acceso al barco mas de una hora y media antes para el control de pasaportes.

Como aconsejaban, hicimos la reserva, pues ya no habĆ­a plazas para el ferry de las diez y media de la maƱana que pensĆ”bamos tomar, asĆ­ tuvimos que esperar hasta el de las tres de la tarde, lo cual nos permitiĆ³ disfrutar de una maƱana mĆ”s en Victoria.

Ya sin maletas y con la reserva del ferry para el dĆ­a siguiente, tenĆ­amos el resto del dĆ­a para disfrutar de Victoria.

La ventaja de alojarse cerca del downtown es que la mayorĆ­a de los lugares a visitar estĆ”n a golpe de calcetĆ­n, asĆ­ que podemos dejar el coche tranquilamente y pasear por la ciudad. 

Para aquellos mĆ”s alejados siempre podemos sacar un bono por cerca de $5 dĆ³lares para poder tomar cualquier autobĆŗs pĆŗblico, o algo mĆ”s curioso como los llamados Water Taxi, que se pueden tomar en muchos de los embarcaderos cercanos a la mayorĆ­a de los lugares turĆ­sticos como el Parlamento, el Fairmont Empress, Fisherman Wharf, y los cuales nos llevaran de uno a otro en pequeƱas embarcaciones tipo taxi por $5 dĆ³lares por persona y por trayecto.


Edificio del Parlamento de British Columbia.

El edificio mĆ”s importante de la ciudad es el Parlamento de British Columbia, el cual sirve como sede del parlamento de B.C. Este edificio data de 1897 y es uno de los mĆ”s icĆ³nicos, si no el que mĆ”s, de la ciudad.


The Empress, otro de los edificios mƔs famosos de Victoria.

PrƔcticamente en la esquina de enfrente del parlamento y el puerto, encontramos el Fairmont Empress Hotel, conocido simplemente como The Empress. el hotel fue construido a principios del siglo XX y es uno de los edificios mƔs emblemƔticos y conocidos de la ciudad, no por nada ha sido declarado National Historic Site de Canada.

En la tercera esquina formada por las calles Government Street y Belleville Street esta el Royal B.C. Musum y IMAX Theatre. 

En el museo encontramos muchas referencias sobre la historia, cultura y curiosidades no solo de Victoria, si no de toda la British Columbia, y en el cine podemos disfrutar de diversos documentales IMAX siempre relacionados con la ciencia y la naturaleza, como el relacionado con la vida de los extintos Mammoth hace millones de aƱos.


Vistas de los jardines en el Inner Harbor, al fondo el parlamento.

HidroaviĆ³n despuĆ©s de amerizar en el puerto de Victoria.

A lo largo de Government St. se encuentra el Inner Harbor, el cual es el lugar de partida de la mayorĆ­a de los barcos para ver ballenas y otras excursiones por la costa, asĆ­ como el destino de los vuelos de hidroaviĆ³n. 

En el paseo que rodea el puerto, encontramos multitud de tenderetes que nos ofrecen refrescos, regalos, dibujos y grabados y simplemente gente tocando mĆŗsica. En la zona del puerto opuesta a la legislatura, podemos sentarnos en alguna mesa de algĆŗn restaurante y o bien picar algo, tomarnos un refrigerio o comer alguno de los platillos que ofrecen, aunque es cierto que la cocina canadiense no destaca demasiado por su variedad.


SubiĆ©ndose a un Water Taxi en direcciĆ³n a Fisherman Wharf.

Una de las opciones para ir al Fisherman Wharf, el cual se encuentra al oeste de la ciudad, pasado el puerto y Laurel Point Park, es tomar uno de los Water Taxi, lo cual nos permite no solo una mƔs rƔpida y menos cansada alternativa que andar, y ademƔs disfrutamos no solo de estas pequeƱas y curiosas embarcaciones sino de un agradable paseo por el puerto, en donde nos estaremos cruzando constantemente con otros Water Taxis, embarcaciones de diverso tamaƱo o incluso hidroaviones haciendo su despegue o aterrizaje en el puerto.


Water Taxi parado en Fisherman Wharf.

Fisherman Wharf esta en la parte mƔs occidental de James Bay, y aunque no es tan grande como el de San Francisco, es bastante turƭstico e incluso tiene detalles que lo hacen original.

Por supuesto el lugar esta plagado de pequeƱos restaurantes y puestos de comida, y podemos encontrar muchas mesas en donde poder comer los tƭpicos Fish & Chips o Clam Chowder.


El mensaje lo dice bien claro: "DetrƔs de este punto estas debajo del OcƩano Pacƭfico"

TambiĆ©n como no, estĆ”n las focas, las cuales la gente no tiene ningĆŗn problema en alimentar justo delante de la seƱal de no alimentar a los animales, pero bueno, asĆ­ somos los humanos. 

Eso sĆ­, las focas van a tener una dura competencia con las gaviotas, que en muchas ocasiones les birlan la comida literalmente de la boca.

El resto del Fisherman Wharf se divide en dos partes, la mƔs occidental es fundamentalmente puerto deportivo, en donde encontramos amarrados gran cantidad de barcos, y donde hay muchos negocios para actividades como submarinismo o paseos por el mar para ver ballenas en la mayorƭa de los casos.


Casas flotantes en Fisherman Wharf.

Cada casa parece llamar mĆ”s la atenciĆ³n que la del vecino.

Desde la primera a la Ćŗltima todas muestran algo diferente y original.

Water Taxi de vuelta al hotel.

El Ć”rea mas cercana a los restaurantes, encontramos varios muelles con casas flotantes. 

Estas casas tienen que pagar muchas tasas a la hacienda, debido a su ubicaciĆ³n, alguna de ellas son para alquilar a turistas o algĆŗn que otro Bed & Breakfast, pero la mayorĆ­a estĆ”n habitadas por residentes en Victoria, y parece que cada una intenta llamar mĆ”s la atenciĆ³n que la del vecino a los miles de turistas que las visitan cada dĆ­a.


Cena con vistas en la habitaciĆ³n del hotel.

Vista nocturna de Vancouver.

Con el final de la tarde llegĆ³ aire y poco de frĆ­o, asĆ­ que pensamos en volver al hotel ducharnos y buscar un lugar agradable para cenar. 

En esta ocasiĆ³n tuvimos la increĆ­ble suerte que en el hotel nos habĆ­an cambiado a una mejor habitaciĆ³n con vistas sin ningĆŗn coste adicional, de tal manera nuestra vista del puerto desde el piso diez era algo con lo que muy pocos lugares de la ciudad podĆ­an competir. 

Compramos un poco de comida para llevar en el restaurante del hotel y montamos una cena improvisada en la habitaciĆ³n con unas maravillosas vistas del puerto y de Victoria.

Por la maƱana todavĆ­a nos quedaban unas horas libres para visitar un par de sitios mĆ”s. 

Como es habitual, madrugamos para maximizar nuestra estancia y el primero en ver era el Craigdarroch Castle.


Vista exterior del Craigdarroch Castle.

Este castillo, construido por el barĆ³n Robert Dunsmuir, data de 1890 y es considerado National Historic Site de Canada. 

Desgraciadamente el barĆ³n muriĆ³ antes de la finalizaciĆ³n de este, y solamente fue habitado por su mujer y descendencia hasta el 1908, en donde tras la muerte de Ć©sta, ha pasado por diversos dueƱos y usos, como hospital militar, conservatorio de mĆŗsica o colegio hasta llegar a convertirse en el museo que es hoy.


Vidrieras en el interior del Castillo.

La parte exterior es quizĆ”s la mĆ”s impresionante, junto con algunos detalles del interior como la escalera de madera que sube los cuatro pisos del edificio, varias vidrieras y la torre en lo mĆ”s alto de este, que durante muchos aƱos fue el punto mĆ”s alto de la ciudad. 

El mobiliario es interesante y curioso, con detalles de la vida original de la familia Dunsmuir en algunas habitaciones, aunque muchas estĆ”n vacĆ­as con informaciĆ³n de la vida de la familia o de los diversos usos que se dio del castillo.


Puerta de entrada a Chinatown en Victoria.

La segunda y Ćŗltima de las visitas en Victoria antes de tomar el ferry de vuelta a Estados Unidos era al barrio de Chinatown. 

Todavƭa estƔbamos un poco escamados del barrio chino de Vancouver, pero el de Victoria es completamente distinto, no tan repleto de tiendas para turistas como el de San Francisco, pero es un pequeƱa y agradable zona para caminar.


Uno de los callejones en el barrio chino.

La puerta de entrada al barrio esta en la esquina de Government St. con Fisgard St. Aquƭ encontramos en su mayorƭa tiendas de ropa, pero ropa oriental, todo tipo de vestidos e indumentaria tƭpica del gran gigante de oriente. Para los que busquen camisetas de Victoria, este no es el lugar, mejor ir a las tiendas mƔs caras y turƭsticas cerca del puerto.


Entrada a Fan-Tan Alley.

Andando por Fisgard St. vamos a encontrar varios pequeƱos callejones, todos iluminados con luce de fiesta, los cuales resultan ser las areas mĆ”s concurridas, y en donde estĆ”n la mayorĆ­a de las tiendas y curioso, lugar de varios negocios de compaƱƭas de diseƱo de webpages. 

El mƔs importante de estos callejones es el llamado Fan-Tan Alley.


PanaderĆ­a italiana La Tana.

Al rico bocadillo!

Para los celiacos como yo, importe parar justo a la salida del Fan-Tan Alley en donde encontramos una pequeƱa panaderĆ­a italiana, La Tana, aquĆ­ no solo podremos comprar pan, bollerĆ­a y pastelerĆ­a, sino que tambiĆ©n podremos disfrutar de diversos bocadillos con charcuterĆ­a italiana, y lo mejor de ello, tomarse un bocadillo con Farinata Gluten Free reciĆ©n sacada del horno, todavĆ­a calentito con Speck (una especia de prosciutto), tomate, queso italiano Piave y salsa, un autentico placer de Dioses. Marcela tambiĆ©n se echo un bocadillo de pan focaccia con Coppa (especie de jamĆ³n de york pero mĆ”s curado, sin llegar a ser prosciutto), queso de cabra, aceite de oliva extra virgen y pimienta negra. 

Disfrutamos como dos niƱos chicos con nuestros bocadillos a la puerta del colegio en el recreo.


Interior de Just Matcha.


AquĆ­ podemos ver todos los beneficios de la Matcha.

Justo al lado vimos un curioso lugar en donde hacĆ­an bebidas con matcha, llamado Just Matcha

Matcha es un tĆ© verde japonĆ©s con una increĆ­ble cantidad de efectos beneficiosos, el cual fue traĆ­do a JapĆ³n por el monje budista Eisai, el cual llamada a la matcha el Elixir de los Inmortales

El lugar prepara diversas bebidas como tƩ, refrescos y otras variedades, en donde el ingrediente fundamental es la matcha.


Milla 0 de Victoria en Beacon Hill Park.

De camino al terminal del ferry pasamos con el coche por el Beacon Hill Park, el parque mƔs grande de la ciudad, el cual contiene un zoo, asƭ como un pequeƱo lago, diversas Ɣreas para el descanso y el disfrute del tiempo libre y muy buenas vistas de la costa de la penƭnsula de Olympia, en donde podemos ver las cadenas montaƱosas de Olympic National Park.

Otro agradable parque para pasear con vistas al puerto es Laurel Point Park, el cual esta entre medias del Fisherman Wharf y el puerto y downtown.


De vuelta a los Estados Unidos.

Vistas de Olympic National Park desde el ferry poco antes de llegar a Port Angeles.

Y asĆ­ dimos por terminada nuestra estancia en Victoria, en Canada y pusimos punto final a nuestra aventura por la costa noroeste. 

Solo quedaba el trĆ”mite de pasar aduanas de vuelta a casa y casi 13 horas de carretera, pero desde luego este viaje mereciĆ³ la pena.



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2 Comentarios

  1. Uau, completĆ­simo e interesantĆ­simo artĆ­culo, ¡quĆ© maravilla de viaje! No me extraƱa que fuese tan cara la entrada a los Butchart Gardens, se ven bien bonitos.
    QuƩ buenos los water taxis, es bien curioso.
    gracias nuevamente por dejarnos acompaƱaros a ti y a Marcela en estos estupendos viajes
    Saludos

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    1. Muchas gracias por tus comentarios Gemma. Este fue el Ćŗltimo destino de ese viaje, un final mĆ”s que espectacular.

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